En la sala Hardy Wistuba de la Casa del Arte Diego Rivera y ante la presencia de destacados artistas puertomontinos, público de diferentes edades y autoridades locales y regionales de cultura, se inauguró ayer “Alturas de Macchu Picchu”, exposición del destacado artista visual chileno Guillermo Núñez, Premio Nacional de Arte 2007.
La muestra arribó hasta la capital regional gracias a la gestión del Instituto Profesional AIEP y el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, y podrá ser visitada con entrada liberada hasta el 28 de noviembre de 2010.
En la oportunidad, Moyra Holzapfel, Directora Ejecutiva de la Corporación Cultural de Puerto Montt, agradeció al Instituto Profesional AIEP por “otorgarle a los puertomontinos la oportunidad de apreciar un trabajo pictórico de gran valor cultural, realizado por uno de los representantes significativos del periodo artístico más efervescente de la historia plástica nacional”. Junto con ello, Holzapfel destacó las importantes alianzas y diferentes proyectos que se han realizado en 2010 con el apoyo y auspicio de las universidades que se han establecido en la ciudad, cuyos espacios de reflexión han aportado al desarrollo de las artes, el conocimiento, la crítica y a la elevación del nivel cultural de la comuna.
Hernán Garfiaz, Director Nacional de la Escuela de Diseño del Instituto AIEP, señaló que la llegada de la exposición hasta la Casa del Arte Diego Rivera significa “un hito para la institución educativa, puesto que es la primera muestra que sale desde la sala de arte de Santiago a una región” –Y agregó- “Llega hasta este centro cultural por la confianza que nos entrega, porque contribuye activamente al enriquecimiento de sus habitantes y porque la ciudad ha progresado. Ha sido un trabajo gratificante” afirmó el diseñador.
Asimismo Garfiaz, especificó que “este es el comienzo de una colaboración fecunda que contempla la contribución de dos exposiciones por año, ya que en la Casa del Arte Diego Rivera están todas las condiciones técnicas, humanas y de seguridad para ello”.
“Macchu Picchu”
La exposición está compuesta por 13 obras de gran tamaño, creadas a partir de la mezcla de pintura digital y acrílico, que Núñez desarrolló basándose en los escritos del vate chileno y con las cuales se editó un hermoso libro donde interactúan el imaginario visual y escrito de los dos creadores.
Esta muestra, inspirada en el mismo nombre del poema creado por Pablo Neruda, tiene su origen en la estrecha amistad que hubo entre ambos y fue esbozada como idea en la década de los 60. Sin embargo, el destino quiso que la obra viera la luz casi 50 años más tarde, con uno de ellos ya fallecido.
Guillermo Núñez es uno de los representantes significativos del periodo artístico más efervescente de la historia plástica nacional. Comienza su carrera en medio de fuertes cuestionamientos al desarrollo de las artes plásticas e importantes transformaciones, tanto en lo formal como en lo discursivo. El rol del arte en la construcción de una sociedad que transitaba con paso seguro hacia fuertes reformas, alimentó ávidamente las reflexiones de toda una generación de creadores, que asumió un compromiso más allá de la “academia”, involucrándose activamente en los procesos sociales y políticos a nivel global y nacional.
La obra de Núñez es testimonio de un periodo cargado de pasión y violencia, una simbología de la crudeza y el absurdo de una sociedad radicalizada en fuertes pugnas, que se traducen en el desgarro corporal y espiritual de “lo humano”, como él mismo afirma “de los propios dolores y los dolores de todo un pueblo”. Es un artista multifacético, que ha transitado por disciplinas tan variadas como el teatro y la pintura, y que en el campo de las artes visuales, ha experimentado en distintos lenguajes y formas de expresión, asumiendo la pintura como el canal más efectivo para direccionar su estrategia discursiva, donde vuelca toda la potencia de su compromiso político y sus experiencias personales.
Núñez es un artista que ha vivido el compromiso con el arte en carne propia. Perteneció al Grupo de Estudiantes Plásticos de 1949, quienes pusieron en jaque el sistema académico tradicional de la Universidad de Chile; en 1971, fue nombrado Director del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago y en 1975 fue detenido por las fuerzas de seguridad de la dictadura, tras la clausura de una muestra objetual desarrollada en el instituto Chileno-Francés, donde expuso una obra que consistía en una jaula en cuyo interior se encontraba una corbata tricolor anudada y colgada emulando una horca. Tras cuatro meses de prisión es expulsado del país, radicándose en Europa, donde continúa desarrollando su carrera y exponiendo en diversos espacios.
Los premios y galardones han acompañado su prolífica carrera. Obtiene el premio CAP en 1963 con una obra que homenajeaba a la revolución cubana, y el galardón de CRAV en 1969 con el óleo “Héroes para recortar y armar”. En 1994 es distinguido con el premio a la mejor exposición en Artes Visuales del Círculo de Críticos de Arte y en los años 2003 y 2005 obtiene el premio Altazor mención Grabado y Dibujo. El año 2007 el Gobierno de Chile le otorga el Premio Nacional de Arte, como corolario a una carrera de absoluta dedicación y compromiso.