Ya está inaugurada la exposición “ReMATTAndo: exp(L)posición inacabada de construcción ciudadana”, organizada por la Corporación Cultural de Puerto Montt, junto a la Alianza Francesa y el Colegio Chileno Norteamericano, en el marco de la conmemoración de los 100 años del nacimiento del artista chileno Roberto Matta. Se trata de una muestra cuya idea es generar una interacción dinámica entre el público visitante y las obras de este importante artista chileno.
Esta exhibición, que se presenta como el primer homenaje expositivo a nivel nacional y que podrá ser visitada con entrada liberada para toda la familia hasta el 7 de agosto, está constituida por una selección de grabados correspondientes a la serie Hom’mère, que Matta realizó junto al editor George Visat y Albert Dupont entre los años 1973 y 1985.
La serie de grabados tiene su hilo conductor y constructor en la obra “La Odisea” de Homero. Divididos en cinco volúmenes: “Caosmos”, “El Otro” (agu’otro), “El Ergonauta”, “Punto de Apoyo” y “Nosotros dónde está en nosotros el donde”. El montaje propone la participación y el acercamiento del público con la obra visual y poética del creador nacional y tiene la intención de convertir los espacios expositivos en instancias de participación efectiva.
Es por esta razón que el muro principal de la sala Hardy Wistuba de la Casa del Arte Diego Rivera, no fue ocupado con obras de Matta, sino que se ha transformado en un espacio de intervención para la comunidad, como una forma de dar valor e incentivar la participación de la gente a partir de los estímulos y mensajes que este artista entrega -hay un guiño aquí al cadáver exquisito surrealista-.
Acercamiento a la Comunidad
En el marco del acercamiento de la exposición a la comunidad, se invitó a cinco personas provenientes de diferentes disciplinas artísticas y profesionales a leer los textos de la obra poética que acompañan esta serie con el objetivo de sacar de este entramado un extracto que les haya sido significativo, apelando a la búsqueda de nuevos énfasis, que sirvan de pie para una reflexión acotada a partir de la dicotomía visual-escrita de la serie; y que pueda transformarse en el punto de partida para la explosión posterior que se pretende en el público.
Fue así como en el marco de la ceremonia de inauguración, el poeta mapuche- huilliche, Paulo Hurimilla; el profesor de filosofía, Eduardo Barría; la escritora y poeta, Poli Roa; la artista visual, Amparo Prieto; y el profesor normalista, arquitecto y miembro del Directorio de la Corporación Cultural, Nelson González, dieron a conocer sus intervenciones y aportes que quedaron plasmados en el muro principal de la sala.
Esta exposición podrá ser visitada con entrada liberada hasta el próximo 7 de agosto. Colegios o instituciones interesadas en visitas guiadas pueden contactarse a la Corporación Cultural de Puerto Montt ubicada en calle Quillota 116 o al teléfono 275885.
Roberto Matta
Nació en Santiago el 11 de noviembre de 1911, arquitecto de profesión, Matta inició su formación artística en los Talleres Libres de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde fue alumno del pintor Hernán Gazmuri. Este pintor chileno en el año 1933 decide viajar a Europa, donde tras recorrer varios países decide instalarse en París, allí trabajó y conoció a los poetas Rafael Alberti y Federico García Lorca en Madrid.
Entre los años 1937 y 1940 Matta definió su vocación artística, conoció a Salvador Dalí por medio del cual también conoce a André Breton, quien tras ver sus dibujos, lo invitó a formar parte del grupo surrealista. Conoció a Marcel Duchamp en París, con quien mantuvo un constante contacto. En 1939 vivió un período con Pablo Neruda en París y luego, junto a Yves Tanguy se radicó en Nueva York por invitación de Duchamp. Aquí ingresó en los circuitos artísticos y culturales de la ciudad y conoció a importantes artistas de su tiempo. Realizó una intensa actividad exponiendo junto a connotados artistas como Picasso, Matisse y Leger.
A fines de la década de los cincuenta Matta ya era un artista consagrado presentando sus obras en importantes lugares de Londres, Nueva York, Venecia, Chicago, Roma, Washington y París. En 1971 viajó a Chile, realizó un mural para la Universidad Técnica del Estado en Santiago y participó en actividades colectivas de la Brigada Ramona Parra.
En 1990 vivió en París pasando temporadas en Tarquinia, Italia. Aquí instaló un taller, una escuela de cerámica y una sala de exposiciones. La obra de este connotado artista se extiende desde los años treinta hasta hoy. Fue partícipe y renovador del surrealismo y personaje decisivo en el grupo de artistas del expresionismo abstracto de los años 40.