Más allá del bien y el mal o sobre consideraciones morales es lo que pretende la exposición “Siete Pecados Capitales” del pintor valdiviano Juan Carlos González Griffiths que se encuentra abierta a la comunidad en la Sala Mexicana de la Casa del Arte Diego Rivera, tras ser inaugurada.
Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt (CCPM) , la colección llega a nuestra ciudad en virtud de la convocatoria realizada por la CCPM durante 2010 para sus espacios expositivos.
Intencionada hacia la creación del debate, el intercambio de ideas y la generación de opinión, la muestra –ganadora del financiamiento Conarte 2011 de la Municipalidad de Valdivia- reúne 7 pinturas realizadas en acrílico sobre tela de 120 por 100 centímetros que reflejan los pecados capitales definidos por la Cristiandad.
La muestra aborda, desde el ejercicio pictórico, un espacio de debate que toma como argumento la influencia de la doctrina moral-religiosa occidental, contextualizada en las problemáticas sociales contemporáneas.
Las siete telas fueron trabajadas como un conjunto, en el que se incorporan elementos que otorgan nuevas texturas a sus obras, manteniendo como referentes a artistas como El Bosco, Magritte y Giorgio de Chirico.
EXPOSITOR
Juan Carlos González es licenciado en Artes Plásticas de la Universidad de Concepción y Diplomado en Diseño por Computador de la Universidad del Bío-Bío. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas, destacando su última serie “Paisajes Herméticos de la Geometría Inversa”.
Ha obtenido una serie de distinciones y reconocimientos por su trabajo artístico en diversos concursos pictóricos. En lo laboral es fotógrafo forense de la PDI y docente de la Carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Santo Tomás en Valdivia.
De acuerdo al pintor, su exposición aborda temáticas que van más allá de la relación entre conflictos sociales, morales y culturales –que siempre se han manifestado a lo largo de la historia del arte- buscando proponer una instancia de discusión que integre a los ciudadanos en forma participativa con estos conflictos morales, aún permanentes en nuestro tiempo.
