La derrota en cada rincón y vivida a cada minuto por los soldados alemanes en el frente ruso construyen de la mano del director Sam Peckinpah la película “La Cruz de Hierro” (1977), considerado uno de los mejores filmes de la II Guerra Mundial y que se exhibe gratuitamente este sábado a las 20 horas en el Teatro Diego Rivera, en el marco del proyecto “Luz, Cámara Acción” de la Corporación Cultural.
La guerra con una crudeza y realismo sin precedentes -acuchillamiento de soldados rusos, bombardeos de artillería o muertes espeluznantes- dotan a la historia de un realismo que atrapa desde el primer momento, logrando una maestría pocas veces vista en un filme al conjugar la puesta en escena con el argumento y las actuaciones.
Profundamente antibélica, la cinta de 126 minutos, suma notables actuaciones de un engrandecido James Coburn –tal vez en el mejor papel protagónico de su carrera- junto a brillantes presentaciones de James Mason (coronel Brandt), Maximilian Scheel (capitán Stransky) y David Warner (capitán Kiesel), quienes ofrecen un cuadro real, creíble y sórdido de la tragedia diaria en el frente ruso.
SINOPSIS
Frente Oriental, península de Taman, año 1943. El sargento Steiner encabeza un pelotón alemán que combate por sobrevivir a la dura experiencia del combate ante el derrumbe del frente por la ofensiva rusa.
La llegada a la unidad de un nuevo y estirado oficial prusiano el Capitán Stransky, quien buscará conseguir a toda costa la condecoración Cruz de Hierro, con el fin de mostrar ante su familia de militares, el prestigio logrado en el frente.
La visión práctica y antibelicista del sargento –líder natural de sus hombres- chocará contra la postura cínica del oficial en medio de la barbarie bélica. Aislados tras las líneas rusas, tratarán de regresar a su unidad tras ser traicionados por el oficial Stransky, quien veía un obstáculo en el sargento para derrochar vidas que le permitieran su condecoración.