La ocasión precisa para marcar uno de los puntos más destacados en la celebración de los 50 años de la Casa del Arte Diego Rivera, será la exposición “La línea del horizonte divide nuestra conciencia” del pintor puertomontino Francisco Smythe que se inaugurará el miércoles 12 de noviembre a las 19 horas en la Sala Hardy Wistuba del centro cultural, evento que tiene entrada liberada.
La muestra es la primera de las actividades con que se realizarán los principales festejos por el 50 aniversario, que será seguido de un concierto del pianista Alexandros Jusakos y la violinista Ivanka Milosevic.
SMYTHE Y LA PINTURA
Relacionado a las primeras muestras de arte pop en Chile en la década de los ochenta, sus trabajos proponían una reflexión entre la pintura de gesto espontáneo y la figuración de las artes gráficas. De esa época datan equilibradas composiciones en las que conviven dibujos, imágenes recortadas de objetos cotidianos simbólicos de la vida moderna, junto a citas a personajes célebres. En forma paulatina, su producción fue dando cuenta de un imaginario iconográfico que lo identificó a lo largo de toda su carrera. En la época, la crítico Nelly Richard lo incluyó entre los exponentes de Escena de Avanzada.
En Italia sus obras mostraron una clara influencia del expresionismo abstracto americano, incorporando el dripping, la mancha, juegos de transparencias y el uso de materiales extra pictóricos como la fotografía, páginas de prensa y signos geográficos. El autor recurrió a un imaginario fantástico que se relacionaba con su memoria, sus sueños, su infancia y con su tierra natal. Su opción por los colores brillantes y planos sobre fondos blancos o negros, mostraban una ruptura con las tonalidades tradicionales de la pintura chilena.
AUTORREFERENCIA
Usando un lenguaje propio de las estrategias del marketing, citó sus propias obras y la imagen de su persona, para nuevas creaciones en los más diversos soportes, transformándolos en material de arte. Es así como surgieron sus reconocibles figuras de corazones, volcanes en erupción, sandías y zapatos, trozos poéticos, signos gráficos, cordilleras y lunares, que se repitieron en sucesivas pinturas, grabados, instalaciones escenográficas, y performances en obras plenas de humor y con cierta carga de erotismo. Estas obras mostraban su claro interés por establecer un diálogo con el espectador, invitándolo a participar de ellas al imponerles su presencia.
En su última etapa, antes de fallecer de cáncer, en 1998, se empeñó por integrar a sus obras, todo tipo de materiales y recursos tecnológicos como el neón, la fibra óptica y luces halógenas y a la vez, se preocupó por incorporar el arte al área pública y social. Al respecto manifestó: “Mi posición es que el arte y la poesía estén en todas partes”. Su interés se concretó por medio del arte muralista, y la creación de escenografías, destacando su trabajo para la estación Baquedano del Metro de Santiago en la que ocupó más de doscientos veintiséis metros cuadrados de muros.
FRANCISCO SMYTHE
Francisco Javier Smythe Treuer fue pintor y artista visual. Nació en Puerto Montt el 17 de abril de 1952 y falleció en Santiago el 23 de noviembre de 1998.
Se graduó de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile donde fue alumno de Rodolfo Opazo, Francisco Brugnoli y Adolfo Couve. Luego fue profesor de la cátedra de pintura desde 1974 a 1981.
Después de obtener dos becas para perfeccionar sus estudios en Italia, en 1978 se radicó en Florencia. Frecuentó cursos en las Facultades de Letras y Filosofía y de Arquitectura de la Universitá degli Studi de Firenze.
Durante su estadía en Florencia incursionó en el área de la gestión cultural y las realizaciones fílmicas. Su participación en exhibiciones individuales y colectivas le transformó en incansable viajero.
En 1994, su ciudad natal lo declaró Hijo Ilustre. Francisco Smythe fue director de la Escuela de Arte de la Universidad UNIACC.