La corrupción política, enriquecimientos ilícitos y promesas incumplidas como parte de la verdadera historia de Chile –y reflejo de un país ramplón- destruye el mito de la eterna promesa del desarrollo a través de un presidente inoperante y loco en la obra teatral “La ridícula demencia y la decadencia de Su Excelencia” que se exhibe este jueves a las 20 horas en la casa del Arte Diego Rivera, entrada $2 mil pesos.
Con la autoría y dirección de Rafael Arenas, el montaje de 60 minutos será puesto en escena gracias al elenco conformado por Manuel Moraga y Aníbal Rodríguez, más la participación de
Cristián Igor (diseño) y Andrea Gómez (vestuario).
La presentación se enmarca en Ciclo de Teatro Estival organizado por el Centro Cultural ETE y con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt y la Agrupación de Actores de la ciudad.
RESEÑA
Un Chile con memoria de corto alcance, olvidadizo, cuyo pueblo sufre producto de su propia simpleza y mediocridad no puede sorprenderse de los casos públicos de corrupción o crisis institucional, ya que siempre acompañaron el supuesto desarrollo del país.
Las ocurrencias de un presidente insano, tonto y sobre todo inoperante, deberán ser de alguna manera ignoradas por su empleado –solapado e intrigante-, quien conspira para hacer que “el alto pensamiento” de la autoridad en realidad se convierta en beneficios para sí mismo.
Con este relato la compañía teatral recuerda quiénes somos y adónde vamos. “La obra se presenta por una necesidad de recrear la memoria dormida de nuestro país”, dijo su director Rafael Arenas.