Llegó el otoño y con su regreso, Santiago vuelve a una rutina anual de aire contaminado con el cielo de la capital de un color café grisáceo espeso, una postal trágica para sus habitantes que recoge el documental “Cuando Respiro” que se exhibe hoy a las 19 horas en la Sala Mafalda Mora de la Casa del Arte Diego Rivera, con un valor de $1.000 pesos.
Con el apoyo de la Corporación Cultural, la exhibición es el primer documental de la experimentada montajista Coti Donoso, quien registró de manera intuitiva y rigurosa los efectos del aire tóxico en los habitantes de Santiago y los esfuerzos de pequeñas organizaciones para articularse y denunciar esta situación que afecta la vida de los santiaguinos desde hace más de 30 años.
Lo hace a través del testimonio de un dirigente comunal (Alberto Muñoz), un activista y abogado ambientalista (Luis Mariano Rendón) y la reflexión y voz profunda del premio nacional de literatura, Armando Uribe.
Así va construyendo momentos de fe, valentía, impotencia y constancia cuando aparecen estos protagonistas en el argumento, pero también de indolencia, ineptitud y prepotencia cuando debutan las autoridades en esta historia.
TRAGEDIA AMBIENTAL Y CORRUPCIÓN
Coti lleva más de 25 años viviendo en Santiago, nueve de ellos los dedicó a grabar e informarse sobre los recovecos que han transformado a la capital chilena en una de las ciudades más contaminadas del mundo. En este camino descubrió que una de las claves para poder reaccionar ante un problema que busca la urgencia es reflexionar sobre la importancia del aire que la gente respira.
La realizadora es clara para identificar lo que ha pasado en estos últimos años: “es un tema de corrupción, derechamente, donde se filtra información privilegiada para poder liberar a la venta terrenos agrícolas y comprarlos baratos y luego cambiar el uso de suelo.
Ese sólo hecho, produjo un crecimiento desenfrenado y desregulado. Al crecer más la ciudad, se construye más y las industrias al final siguen estando en un perímetro urbano. Debe haber más autopistas, más viajes, más autos. Las industrias siguen y hay poca o escasa fiscalización”, aseguró.