Radicado en Finlandia hace décadas, Héctor Wistuba fue para muchos uno de los pocos artistas visuales que mediante el expresionismo logró una tendencia impresionista.
Fallecido este sábado 06 de enero, debido a un derrame cerebral, Héctor Wistuba Lorca murió a los 85 años en su querida Finlandia. Nacido el 27 de octubre de 1932 en calle Linares esq. Buenos Aires en Puerto Montt, Wistuba, debió dejar nuestra ciudad a los dos años de edad, tras la muerte de su madre Doña Ma. Adela Lorca para trasladarse a vivir con su abuela Griselda Mancilla Gallardo en la localidad de Pudeto (Chiloé).
Sin embargo, a los 12 años de edad, debido a las carencias económicas, el pequeño Héctor y Doña Griselda volvieron a la casa de Linares con Buenos Aires, y el que fuera un pintor colorista apasionado encuentra en los pintores de Angelmó su inspiración.
Wistuba, que cimienta sus primeros óleos en cartón piedra, realizando copias de pintores como Murillo, Julio Romero de Torres, entre otros, comienza a los 13 años una carrera artística que lo llevaría a tener obras en el museo de Lahti (Finlandia) y en la Galería nacional de Sofía (Bulgaria)
A los 17 años, el “Mito” -como le decían en su entrañable Pudeto- realizó su primera exposición en la Escuela Nº1 “Alemana” de Puerto Montt, donde exhibió copias de pinturas españolas y dibujos en tinta china. Su talento y pasión por el arte eran notorios, por lo que decidió viajar a Santiago y entrar al Taller de pintura y dibujo de la Universidad de Chile. Desde ese momento, su vida comenzaría a cambiar.
A los 21 años, Wistuba postuló a la Academia de Bellas Artes y es becado, debido a su talento e intachable comportamiento. No obstante, las luchas sociales de mediados del siglo XX, conquistaron el corazón y el tiempo de Wistuba.
En 1958, ingresó a la sección de Publicaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y ganó una Beca de la Unión Internacional de Estudiantes para seguir profundizando sus aprendizajes en pintura en Checoslovaquia.
En 1964, el pintor comienza sus primeras luchas, apoyando la Reforma Universitaria e inscribiéndose en la Unidad Popular.
Tras el golpe militar, Wistuba fue exiliado del país, por lo que su llegada a Finlandia fue inminente y, desde el país nórdico continuó creando y llevando su arte hasta los últimos rincones de Europa.
Su vuelta a nuestro país se dio recién en 1987, año desde el cual comenzó a venir en reiteradas ocasiones para visitar a antiguos amigos y colegas de su entrañable Casa de Bello de la Universidad de Chile – a la cual donó el año 2016, 40 obras.
Pintura de Wistuba Lorca, retratando la casa en la que nació en Puerto Montt.
