Villancicos navideños y cantos folklóricos fueron el marco que tuvo la inauguración del Pesebre Navideño tallado en raíces de alerce, evento que se realizó el viernes 16 de diciembre a las 10.30 horas en la Plaza de Armas de nuestra ciudad y que estuvo encabezado por el alcalde Rabindranath Quinteros y que contó con la bendición del Arzobispo de la Arquidiócesis de Puerto Montt, Monseñor Cristián Caro Cordero.
La actividad, organizada por la Corporación Cultural de Puerto Montt y la Municipalidad, muestra la representación que simboliza la tradición cristiana del nacimiento de Jesucristo y tiene por fin ofrecer un espacio para que las familias locales se reúnan a reflexionar en torno al sentido profundo y verdadero de la Navidad.
En la oportunidad, participaron el Coro de Puerto Montt, Escuela “Rotario Pedro Avelino Bravo”, Taller Cultural “El Buen Pastor”, grupo “Cantares de La Goleta” y la Banda Instrumental de Puerto Montt.
La representación plástica, motivada en su origen por la Corporación Cultural, fue posible gracias al aporte de la Municipalidad de la ciudad y está compuesta por: Jesús, Maria y José, los tres reyes magos, un ángel, un corderito, un novillo, una vaca, una oveja, y un peregrino representado como un mendigo.
PESEBRE MILENARIO
El artista puertomontino Celso Bahamondes tardó cerca de 18 meses en esculpir el pesebre de Puerto Montt y trabajó incansablemente para desmarcarse de lo meramente realista, ocupando la forma original de las raíces recuperadas de bosques de alerces milenarios destruidos en la época de la colonización.
“Las raíces del alerce son difíciles de manejar, debido a sus sinuosidades que pueden derivar las hebras de la madera en otras direcciones, provocando la pérdida de trozos de la pieza que se talla”, explicó Bahamondes.
El alerce es una especie de crecimiento lento, muy longeva, que puede alcanzar alturas superiores a los 50 metros. Su madera es liviana, de un color rojizo intenso, muy resistente a la descomposición. A principios del siglo XX se realizó una tala muy intensa que lo llevó al borde de la extinción. En Chile fue declarado Monumento Natural en 1977 y está prohibida su tala.