Una puesta en escena que busca entregar los elementos para comprender los errores sobre cómo ha manejado la iglesia católica los abusos sexuales contra menores, es la obra “Oficio de Tinieblas” que se presenta este jueves en función doble a las 19 horas ($1.000 pesos) y 21 horas (liberada) en el Teatro Diego Rivera.
El montaje, destacable por su lucidez argumental y diálogos, es trabajo de la Compañía Producciones Cal Sogas bajo la dirección de José Andrés Peña y con un elenco compuesto por Víctor Rojas, Pablo Jerez e Ignacio Verdugo, con una dramaturgia creada por Gustavo Ott.
La presentación se enmarca en el festival de teatro que es organizado por la Municipalidad de Puerto Montt, Gobierno Regional Los Lagos y la Corporación Cultural, reúne en sus 21 días de funciones a más de 200 artistas provenientes de Chile, Argentina, Cuba, Venezuela, España y Alemania, que se presentarán en 6 ciudades del sur de nuestro país.
RESEÑA
El obispo católico de una diócesis (Víctor Rojas) organiza la defensa cerrada de un sacerdote de su diócesis que ha sido acusado de cometer abusos deshonestos en contra de un menor de edad. Para reforzar esta defensa, el obispo contrata a un psicólogo (Pablo Jerez) a fin de que con sus conocimientos profesionales aporte argumentos ante la justicia y la sociedad que justifiquen la actuación de sacerdote acusado y sea declarado inocente.
Un periodista (Ignacio Verdugo) asume el rol de representar la indignación de la sociedad ante el abuso sexual del que es acusado el sacerdote. Dentro de esta dinámica, la obra va evidenciando la postura errada con que la Iglesia Católica contemporánea ha enfrentado este tipo de escándalos en nuestros tiempos en diferentes latitudes del mundo, incluido nuestro propio país.
Esta obra de Jorge Díaz, escrita en el año 2003, debe ser considerada como una premonición del autor al anticiparse en mostrar un tema que en nuestros tiempos ocupa los principales titulares de los medios de comunicación. Por el modo en que el autor trata esta delicada temática, la obra se convierte en una invitación a reflexionar con profundidad y seriedad sobre la postura asumida por la jerarquía eclesiástica ante los abusos sexuales cometidos al interior de la iglesia católica.