Que la música mexicana –especialmente la ranchera y el corrido- son parte del folclor nacional al sumar adeptos y cultores en distintas fiestas populares de nuestro país, es la base del documental “Chile mexicano” (2006) que recoge las vivencias del Festival de Chanco en la Región del Maule que se exhibe este viernes a las 19 horas en la Sala Mafalda Mora y gracias al programa de cofinanciamiento del Consejo de la Cultura y las Artes Los Lagos.
La película, de 74 minutos y bajo la dirección de Alejandra Fritis, narra la transformación del pueblo de Chanco (Región del Maule, Chile) durante la celebración anual del Festival del Cantar Mexicano Guadalupe del Carmen, evento dedicado a la memoria de esta cantante de música mexicana, oriunda de Chanco, ganadora del primer Disco de Oro de la historia de la música nacional (1954).
A partir de esta muestra de transculturación lúdica y generosa, buscamos las claves del arraigo de la música mexicana en nuestro país y la situamos como un elemento ineludible de nuestra identidad cultural y musical.
Numerosos estudiosos y folcloristas, entre ellos Margot Loyola, han señalado que la música mexicana como el corrido la ranchera debieran ser declarados parte de la raigambre musical chilena ya que tras ser aceptada, ha ido adaptando y enriqueciendo temáticas y expresiones propias de Chile.
Como dato anexo, en los estados de Oaxaca y Guerrero numerosos chilenos que llegaron a esas tierras del país norteamericano influyeron –al revés- en el folclor local, introduciendo la cueca y tonada nacionales que ahora son consideradas parte del folclor de esa nación y que son representados en el Ballet Nacional de México.
La cueca, más enérgica y zapateada, es conocida como chilenera y a sus cultores se les reconoce como chileneros.