El viaje de una familia se convierte en terror puro cuando se adentran en una zona desértica donde el gobierno de Estados Unidos había realizado explosiones atómicas, sin saber que allí habitan mutantes caníbales en el film “Las Colinas tienen Ojos” que se exhibe el jueves a las 20 horas en el Teatro Diego Rivera, con entrada liberada, y en el Ciclo de Cine Gore de la Corporación Cultural.
La película –perfecto ejemplo de la definición Gore- se inspiró en la historia de la familia escocesa Sawney Beane (siglo XVII) que habitaba en cuevas, practicando el incesto y la antropofagia. Numerosas caravanas de viajeros desaparecieron tras ser atacadas por esta horda de caníbales que llegó a sumar casi 200 personas. Finalmente, y descubiertos, el ejército británico los cercó y aniquiló por orden del rey Jacobo I.
Los ciclos de cine –en este caso de verano- traen lo mejor del cine mundial, nacional, documentales y películas clásicas que se mostrarán de manera gratuita al público durante enero, en una iniciativa que busca ofrecer entretención a la comunidad y como manera de crear audiencia cinematográfica.
RESEÑA PELÍCULA
Todo empieza con el viaje en caravana, campo a través, de la familia Carter, cuando se produce un inesperado problema en el vehículo, en medio del desierto. Mientras luchan por sobrevivir en este desolado lugar, emerge una amenaza aún más grande.
Ahora los Carter se dan cuenta de que quizás no estén tan solos como pensaban en un principio. Hay otro grupo de supervivientes en las colinas que rodean al desierto: un clan mutado genéticamente, insaciablemente hambriento y sediento de sangre; la aterradora prole de unos mineros dejados de lado en los días en los que las pruebas nucleares extendieron su lluvia radioactiva por todo el desierto.
Enfrentados asesinatos, mutilaciones y captura de sus seres queridos, los Carter tendrán que pelear si pretenden encontrar alguna esperanza de ver vida civilizada de nuevo.