Miles de muertos saldrán de su tumba de manera inexplicable y buscarán alimentarse de los cerebros de los seres humanos, horror que recogió el director George Romero para realizar en 1968 la película de culto “La Noche de los Muertos Vivientes” que se exhibe gratuitamente el viernes a las 20 horas en el Teatro Diego Rivera, ciclo que es organizado por la Corporación Cultural.
La cinta, que cierra el Ciclo de Cine Gore de la Corporación Cultural, fue en su momento fuertemente criticada por su violencia gráfica, aunque paradojalmente la ausencia de códigos formales la convirtieron en ícono del género de las películas de terror y piedra basal del subgénero del cine de zombies, que inició.
RESEÑA
Clásico entre clásicos, cuenta la historia de un grupo de personas que se refugia en una granja luego de que los muertos comienzan a cobrar vida, esto debido a que las radiaciones procedentes de un satélite provocan este fenómeno terrorífico que se agrava cuando los sobrevivientes se percatan que atacan a los hombres y mujeres para alimentarse de sus cerebros.
La acción comienza en un cementerio de Pennsylvania, donde Bárbara, después de ser atacada por un muerto viviente, huye hacia una granja. Allí también se ha refugiado Ben. Ambos –acompañados de otras personas- construirán barricadas para defenderse de una multitud de despiadados zombies que sólo pueden ser vencidos con un disparo o golpe mortal en la cabeza.
La apuesta de George Romero es una sanguinolenta revisión de los códigos de los films de terror realizados hasta esa fecha, influyendo de forma decisiva en la industria y también en directores como David Cronenberg, Tobe Hopper, Quentin Tarantino, Robert Rodríguez o Sam Raimi o el veterano Russ Meyer.