Se unieron para explorar conceptos de habitabilidad, hogar y pertenencia, exponiendo a través de la singularidad de Lima la universalidad de sentidos aparentes como el arraigo e identidad, logrando la colección “Escenografía: fragmentos de ciudad” que Lennin Vásquez y Daniel Vargas ahora inauguran este miércoles a las 19 horas en la Sala Pinacoteca de la Casa del Arte Diego Rivera, evento que tiene entrada liberada.
Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, la muestra (abiertas hasta el 13 de diciembre) recoge la dinámica y vivencia personal de ambos –aunque comunes a todos- con la ciudad expresada como entelequia depositaria y creadora de mundos, acogedora o amenazante, disociadora o amable, servicial o inhabitable.
De dónde venimos y adónde vamos, qué tan felices somos en el entorno, es un ejercicio acerca de la racionalidad o sentimientos sobre los absolutos, los deseos o la satisfacción que la escuela hegeliana ha descrito por siglos con la Fenomenología del Ser y que se amplía en significados y significantes de la mano de Kojéve, Bataille, Sartre y Weil.
Una ciudad, entendida como tal, configura una serie de espacios propicios para el desarrollo e interacción de sus habitantes, y, dependiendo de su crecimiento y de las posibilidades que ofrezca, se experimentarán una serie de vivencias que nos atraerán o alejarán de ella, generándose relaciones cuya duración dependerá del vínculo –cerebral o afectivo- que se desarrolle.
Esta exposición presentará dos puntos de vista en torno a la ciudad y sus personajes, invitándonos a recorrerla, a reconocer sus espacios y las sensaciones que se experimentan cuando nos sumergimos en ella.
LA MUESTRA: PERSPECTIVA DE DOS MIRADAS
Partiendo de esta premisa, la presente muestra reúne la obra de dos artistas que a su manera, han desarrollado vínculos concretos con la ciudad, ya sea ésta su lugar de origen o alguna que los acogió de paso, mostrándonos su perspectiva de un espacio que les resulta una fuente inagotable de imágenes y experiencias que irán ampliando su imaginario. Ambos consideran la ciudad como un espacio vital, un escenario que influye positiva o negativamente en quienes la habitan y viceversa, pero difieren en cuanto a lo beneficiosa que puede resultar la simbiosis ciudadano/ciudad.
En la obra de Lennin Vásquez, la ciudad se muestra en forma de escenarios surrealistas, plagados de seres imaginarios que caminan absortos y despreocupados de lo que pasa a su alrededor; sin embargo esa barrera es trastocada por el artista en series como “El transportador”, en donde inserta un personaje -su alter ego- que va rescatando lo pintoresco y anecdótico de quien pasa a su lado (personajes o edificios), transformando la posible agresividad de la escena en un mundo de ficciones coloridas y amigables, tal vez para hacerla más tolerable y en un afán por mostrar lo esencia del ser humano. En palabras del artista, la ciudad que nos muestra es una suerte de maqueta, una “ciudad de cartón” que funciona como escenografía de ese cotidiano teatro de la vida, banalizando a través de sus escenas los intereses desmedidos del ser humano por lo material.
Para Daniel Vargas, la ciudad vacía resulta (en esta ocasión) un atractivo ineludible, a diferencia de sus series anteriores, ahora las vistas de reojo por un espejo o el atisbo disimulado a través de un ventanal, nos transportan a espacios urbanos en los que es implícita la presencia de sus habitantes pero que, para el artista, es preferible no notar. Para él, si bien la ciudad vive gracias a quienes la habitan, esta simbiosis no resulta siempre beneficiosa. Por eso, a través de una pincelada realista, Daniel Vargas hace de lo cotidiano, de lo bullicioso, un espacio mudo y despejado, como si respondiera a un interés personal por huir o abstraerse de quienes degeneran la ciudad. Sea Lima, Buenos Aires o Montevideo, las urbes que recorre coinciden en ese anhelo de vistas despojadas de caos, que se conviertan en lugares perfectos de convivencia
LOS ARTISTAS
El arte peruano contemporáneo viene alumbrando a talentosos artistas entre los que destacan Lennin Vásquez, medalla de oro en la categoría dibujo de la Escuela Nacional de Bellas Artes 1999 y, Daniel Vargas, con algunos logros importantes en diversos concursos nacionales.
Ambos presentarán una muestra pictórica titulada “Escenografías, Fragmentos de Ciudad” cuya temática es la ciudad capital. En esta muestra la ciudad es reinterpretada por dos sensibilidades que expresan una visión muy personal de una ciudad que absorbe y a la que hay que aprender amar.
En la obra de Lennin Vásquez, la ciudad se muestra en forma de escenarios surrealistas, plagados de seres imaginarios que caminan absortos y despreocupados de lo que pasa a su alrededor; sin embargo, esa barrera es trastocada por el artista, que inserta un personaje -su alter ego- que va rescatando lo pintoresco y anecdótico de quien pasa a su lado (personajes o edificios), transformando la posible agresividad de la escena en un mundo de ficciones coloridas y amigables, tal vez para hacerla más tolerable y en un afán por mostrar lo esencia del ser humano.
En la propuesta de Daniel Vargas resalta el realismo, el mismo que se caracteriza por expresar su mirada intimista del paisaje urbano, donde los objetos que la componen resaltan para materializarse públicos, es allí donde el creador captura lo visible del objeto. La obra se complementa con la mirada del espectador, donde la reflexión sobre los objetos que componen el cuadro lo invitan a mirar los detalles de cada escenario, de cada objeto que cuenta su propia historia.