“Ulises” inicia Primer Ciclo de Cine Griego este jueves en la Casa del Arte Diego Rivera

ulisespro

Una de las mejores películas de los grandes clásicos universales de la antigüedad llega de la mano de nacientes estrellas del séptimo arte en “Ulises” (1954) que inicia el inédito Ciclo de Cine Griego este jueves a las 19 horas en la Sala Mafalda Mora de la Casa del Arte Diego Rivera, con entrada liberada.

Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt y la embajada de Grecia, el film es sin duda alguna el mejor film acerca del tema griego es la coproducción ítalo-estadounidense que tiene a Kirk Douglas, Silvana Mangano, Rossana Podesta y Anthony Quinn en papeles estelares.
El film es una adaptación de “La Odisea” de Homero. Terminada la guerra de Troya con la victoria de los griegos, Ulises (Kirk Douglas) navegará durante diez largos años, teniendo que superar terribles dificultades, antes de llegar a su palacio de Ítaca.
El ciclo se extenderá entre el 10 y 18 de enero, en dos partes, y está compuesto -aparte del film mencionado- por los largometrajes “Orfeo”, “Elektra” y “Hércules”.

RESEÑA “ULISES” (1954)

Sin ceñirse obsesivamente a La Odisea de Homero, logra lo que parecía imposible: capturar el espíritu del gran poema épico sin caer en vanalismos y sin darle a los monstruos y los efectos especiales más lugar que el que la trama requiere.
Un barbado Kirk Douglas oficia como el perfecto Ulises y nos conduce a través de las aventuras por el anchuroso pronto, el recuerdo de las penurias de Troya, la amnesia en la isla de los Feacios y, finalmente, la venganza sanguinaria contra los pretendientes y la recuperación de su reino y su casa.
En ningún momento se pierde el tono ni la audacia. Todavía permanece insuperable la monumental escena del cíclope Polifemo y la taimada escapatoria de los griegos.
Para muchos, La Odisea es la historia más fabulosa jamás contada.
Casi parece mentira que la única película que le haya hecho honor a la leyenda sea esta producción de Dino de Laurentiis y Carlo Ponti, merecedora de una admiración sin tiempo.