Un artista ¿es acaso un ser con un don?, y ¿de qué están hechos los artistas?, son las preguntas que plantea en su desarrollo dramático el clásico del cine “Orfeo” (1950) una producción francesa que recupera la historia de la mitología y que continúa el Primer Ciclo de Cine Griego con función este viernes a las 19 horas en la Sala Mafalda Mora de la Casa del Arte Diego Rivera, con entrada liberada.
Con el apoyo de la Corporación Cultural y la Fundación Moustakis, el film es dirigido por Jean Cocteau y sus protagonistas son Jean Marais, María Casares y Marie Déa. El ciclo se extenderá el 17 y 18 de enero y se completará con los largometrajes “Elektra” y “Hércules”.
RESEÑA “ORFEO” (1950)
Tras la repentina muerte de su esposa, Orfeo, un joven poeta, está desesperado y obsesionado con traerla de vuelta al mundo de los vivos. Para ello, Orfeo decide ir a buscar a Eurídice a los infiernos; al mismísimo inframundo desafiando así, las leyes impuestas por Hades. ¿Podrá este joven poeta sortear los peligros que desempeña tan descabellada misión?
Este drama fantástico es una adaptación libre que realiza el director inspirada directamente en el mito de Orfeo. La cinta estuvo nominada en 1950 a los premios de la Academia de Cine Británica, los BAFTA, como Mejor Película.
DIRECTOR
Jean Cocteau logra ejemplificar en esta película la visión del artista, ir más allá del límite del lenguaje, experimentar con ilusión óptica a partir de las reversas, jugar con el reflejo de los espejos transformándolos en portales al otro mundo, crear una ilusión de amor con la muerte fuera de lo común.
Se apropió del mito de Orfeo, para crear una nueva versión de autor. Independientemente de la utilización de diferentes recursos de montaje, la fotografía también es muy buena, así como la música que te envuelve en una atmósfera misteriosa donde la muerte es una de las protagonistas.