Fotógrafo Abel Lagos inaugura expo “Imagen Oblicua” este jueves en la Casa del Arte Diego Rivera

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Valdivia revisitada a través de imágenes que buscan desentrañar sus rincones y secretos y con ello la verdadera historia e identidad de la urbe es lo que propone el artista Abel Lagos con la muestra “Imagen Oblicua” que inaugura este jueves a las 19 horas en la Sala Mexicana de la Casa del Arte Diego Rivera. Entrada liberada.

Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, la muestra se basa en el trabajo del autor que trae una serie de fotografías con distintos aspectos y presentaciones.
“Comencé pensando en la ciudad y las numerosas ruinas urbanas que tenemos. Están por todas partes y prácticamente estamos habituados a convivir con ellas”, explicó.
En ese camino Lagos desarrolló los conceptos de fotografía topográfica, la distopía, la heterotopía y los no-lugares. De esa manera, se encontrarán imágenes en blanco y negro con algo de color, colores desteñidos, colores exagerados y alterados para tocar las emociones del espectador.

ABEL LAGOS

Fotógrafo Profesional, Politécnico Central de Londres, Gran Bretaña; Master of Arts en Sociología de la Literatura University of Essex, Gran Bretaña; Profesor de Castellano, Universidad de Concepción.
Nació en Valdivia a mediados del siglo pasado y empezó a escudriñar en la fotografía desde los 12 años armando y desarmando la Brownie Reflex 127 de su padre que había adquirido en 1943.
Admiraba a los pintores que pintaban en la orilla del río Valdivia y las líneas futuristas de la arquitectura que encontraba en revistas. Aprendió a manejar cámaras prestadas mientras estudiaba en Concepción.
Forzado por desavenencias políticas con el sistema tuvo que hacer desaparecer sus negativos, empacó sus cosas y se fue a Gran Bretaña donde vivió por veinte años.
Enseñó fotografía en la Escuela de Diseño de la Universidad Santo Tomás y tutorías para alumnos de la Universidad Austral en fotografía análoga y digital.
Actualmente y gracias a una impresora de gran formato, puede imprimir sus propias fotografías sin tener que recurrir a laboratorios externos. Esto permite tener mayor control sobre el papel que usa, sus tintas y el manejo del color.