La miseria del Estado de Chile ante las reivindicaciones de los últimos sobrevivientes de la cultura kawéscar en el marco de una historia de horrores pasados llega con el documental “Alas de Mar” que Miradoc exhibe este miércoles a las 19 horas en la Casa del Arte Diego Rivera, con una entrada de $1.000 pesos.
Con el apoyo de la Corporación Cultural, la muestra se enmarca en el programa MiraDoc, que considera el estreno de un documental de excelencia al mes en el norte, centro y sur de Chile.
La cinta –considerada secuela de “Calafate: zoológicos humanos”- narra la historia de dos mujeres que nacieron y vivieron la cultura kawésqar en el fin del mundo. Se trata de Celina Llán Llán y su madre Rosa Catalán, quienes fueron obligadas a abandonar sus hogares y establecerse en la ciudad de Punta Arenas, en el Estrecho de Magallanes.
RESEÑA
Celina se ha convertido en una activista para defender su cultura, logrando que los restos óseos de personas de su grupo étnico, que fueron llevados a diferentes lugares del mundo, regresen a las tierras donde pertenecen, y hoy luchando por proteger los lugares ancestrales de los kawésqar y el medioambiente.
“Alas de mar es más que un regreso a los orígenes. La comprensión de los conflictos del pasado nos ayuda a entender cuál es la lucha y el sentido que tienen sus actuales reivindicaciones.
“Los kawésqar fueron diezmados, prácticamente exterminados. Hoy quedan 7 u 8 personas kawésqar, pero más allá de ese dato, lo interesante es saber que tienen luchas presentes. Está el caso de la Isla Englefield, que les fue arrebatada y que ellos han luchado por recuperar desde hace mucho tiempo.
“Hoy día el Estado chileno, después de tramitarlos por años, ha emitido una resolución que dice que no les va a entregar la isla. Esto demuestra que las luchas de los pueblos originarios están completamente vigentes y que nosotros los chilenos podemos ayudar a qué se concreten y lleguen a feliz puerto”, comentó el director Hans Mülchi.