Recrear y traer al presente recuerdos, ideas y personajes de momentos que pasaron, pero que fueron imprescindibles para el presente que vivimos, son los embajadores de nuestra ciudad para la muestra “Memorias en Sepia” con que la Asociación de Artistas Plásticos continúa la itinerancia de esta exposición en la Casa de la Cultura de Ancud, donde estará abierta al público hasta el 17 de noviembre.
La muestra –que ya estuvo en Calbuco durante septiembre y octubre- se exhibe gracias al convenio de colaboración entre la Corporación Cultural de Puerto Montt, Corporación Cultural de Calbuco y Corporación Cultural de Ancud y busca dar circulación a creaciones locales que ofrecen narrativas con elementos de identificación y de pertenencia a las comunidades.
La muestra reúne a 15 pintores de la Asociación de Artistas Plásticos más dos pintores puertomontinos invitados: Pedro Bustamante y Mario Manríquez. El montaje exhibe con sus 18 obras un cromatismo en sepia en distintos tonos e intensidades como factor unificador y dominante, evocando poéticamente tiempos pasados, pero que son revividos gracias a la pintura.
“La memoria como entidad adquiere especial interés. No olvidar es un deber ético y estético. Estos precarios zurcidos nos permiten hablar de la urdimbre donde transita la existencia humana y con ello de un imaginario que mantiene constante la identidad como principio inmutable, aunque a veces pareciera una ilusión. Pero aun así nos sentimos conscientes de esta partícula de tiempo que nos toca vivir”, explicó Fernando Kuschel, presidente de la entidad.
ASOCIACIÓN ARTISTAS PLÁSTICOS
Desde 1950 un grupo de pintores se reunían a pintar y recrear el paisaje costero en el sector de Angelmó. Destacada era la presencia del chillanejo Pacheco Altamirano, que junto a otros pintores locales dieron forma al que se denominó Grupo Plástico Angelmó.
La antigua Casa de Botes, fue el alero del grupo. En ella se hicieron realidad múltiples actividades, pinturas en terreno, exposiciones. A este movimiento concertado de artistas también se le conoció como la Escuela de Angelmó.
Tras el gran terremoto de 1960 queda destruido el local que servía de refugio y taller de los pintores (como gran parte de la ciudad), tragedia que llevó a que muchos artistas buscaran nuevos rumbos de manera independiente.
Con un proceso de creatividad y vigencia ininterrumpida, la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Montt (que logró su personalidad jurídica en 1991) es la digna continuadora de ese devenir histórico del Grupo Plástico Angelmó.