Desde artistas consagrados a autores que están iniciando su carrera son los expositores de las más de 50 obras que se exhibirán en las cuatro salas de exposiciones que se inaugurarán este viernes 31 de marzo a las 19 horas en el principal centro cultural de la ciudad.
Las exposiciones de abril en el Diego Rivera llegan de la mano de una decena de artistas, muchos de ellos reconocidos y destacados nombres de las artes visuales locales. René Schneider, Rossy Oelckers, Berta Ayancán, Alejandro Rogel, Raúl Césped y Cristian Bustamante inaugurarán este viernes en la Sala Hardy Wistuba, “Negro y blanco”, una instalación que en ausencia del color insta a reflexionar en torno a la dualidad y al antagonismo.
Un colectivo que, según Oelckers, tuvo origen -aunque con otros participantes- hace más de 15 años en Osorno y que desde el comienzo tuvo por objeto compartir y pintar en torno a un tema. “Pintar el negro y el blanco es como el ying y el yang, la parte buena y mala, cómo está la sociedad, cómo ha ido cambiando el ser humano, el que siempre esté descontento, las faltas de respeto al planeta, las guerras, la devastación de los bosques, se trata de hacer un manifiesto de las artes con el mundo que estamos viviendo tan alterado”, afirma, una idea que se retoma muchos años después bajo el concepto de “Negro y blanco” y que hoy conforma una muestra que se perfila como un desafío antagónico, rescatando desde algo viejo una nueva idea.
Y a unos cuantos metros de la Sala Hardy Wistuba, también en el segundo piso del centro cultural, se instala la fotografía de Manuel Ormazábal bajo el concepto de “Retratos de cementerio”, un proyecto que comenzó a desarrollarse hace cerca de 25 años con la idea de registrar todos los retratos fotográficos de las tumbas, un afán coleccionista que se extendió con el tiempo a cementerios de otras comuna y que se transformó en una recopilación enciclopédica y utópica, de rescate y conservación.
Por primera vez
Llegan al Diego Rivera con una exposición individual. Son dos autores que prometen sorprender con sus propuestas. Uno de ellos es el joven nacido en Nueva Imperial, Matías Fuentes quien con tan sólo 23 años es titulado de Arte de la Universidad Católica de Temuco y expondrá en la Sala Mexicana “Intento por fijar una imagen que se pierde”; y el otro es Miguel Ángel Tenorio, un trabajador del área de la salud que de forma autodidacta y con un talento inconfundible a sus 57 años manifiesta que ha llegado “por fin el momento de dedicarse cien por ciento a pintar” y anuncia “querer alcanzar el nivel de grandes artistas y pintores puertomontinos”.
Para Fuentes, “Lo que se va a ver en el Diego Rivera son una seguidilla de traspasos de grabados sobre diferentes escombros de objetos que yo encuentro abandonados. Este ejercicio viene a reforzar la idea de la pérdida de la memoria, o más bien, viene a mitigar el miedo a olvidar”, señaló el artista.
Asimismo, Tenorio expone “Belleza invisible” en la Sala Pinacoteca de la Casa del Arte Diego Rivera, una serie compuesta por 16 obras, 12 de las cuales son en pastel en seco y cuatro de ellas óleos sobre tela. Cuadros de un metro por 80 centímetros que dan cuenta de los entornos del autor; de los lugares, de las casas y de los objetos que en algún momento despertaron una faceta que el mismo artista dice haber relegado por más de 50 años de su vida. “Esta es mi primera exposición grande. Yo me quiero dedicar a esto hasta cuando Dios diga, y aunque soy Tens de profesión y he sido hasta Profesor de Enfermería, y trabajo -actualmente- en una farmacia, en mi tiempo libre me dedico cien por ciento a pintar”, dijo, añadiendo que esta iniciativa es una “devuelta de mano. Las cosas se están empezando a dar en mi vida como artista. Estamos muy contentos como familia, y esperando las sorpresas que mi pintura nos traerá”, dijo. |