Alejandra Soto y Carla Loayza  inauguran en la Sala Mexicana “Cruzando Memorias Textiles”

Desde el 3 de mayo hasta el sábado 2 de junio. Un proyecto pensado y creado por dos miradas y  dos experiencias de vida completamente distintas es lo que nos presentan una artesana y una historiadora de la Región de Los Lagos, quienes desde la amistad y desde el oficio supieron ganarse un Fondart que les permitió crear estas once obras  e instalarlas en la Sala Mexicana.

“Cruzando memorias textiles”, es un proyecto que tiene por objetivo despertar la memoria y el encuentro de  diversos elementos, representativos de la Región de Los Lagos, en el engranaje del sistema tecnológico-cultural. “Hace años, conversando con Carla, le planteé que haga un tejido y lo extienda  de extremo a extremo en una sala y yo, a su vez, desde cielo a tierra paso mi obra y así se genera un cruce  -pensando un poco en la técnica, ya que Carla trabaja urdimbre y yo trama”,  señaló Alejandra Soto, responsable del proyecto. Así, el interés de las autoras   por construir y  elaborar piezas tejidas en telar horizontal y  con técnicas de tapicería en telar vertical, las llevaría a postular al Fondo Fondart 2017 en la línea de  “Creación  en Artesanía”.  

Si bien el proyecto permitió la creación de las obras, hoy esta instalación que se inaugura en la Casa del Arte Diego Rivera, se plantea como nuevo y principal desafío continuar propagándose y llegando a otros centros culturales. “Actualmente estamos coordinando que en los meses de junio o julio podamos llevar esta instalación a la Universidad Católica de  Temuco, ya que ahora nuestros desafíos están en la difusión y en el  exponer en otros y nuevos espacios”, expresó Carla Loaiza.

Es importante señalar que esta instalación comparte dos maneras diferentes de creación, que involucran el cuerpo y las perspectivas de las tejedoras, ya que cada pieza  fue elaborada en telares verticales y horizontales  -exhibiendo el cruce y presencia de las dos tradiciones textiles que resguardan la memoria de este territorio; costa y precordillera.

Para las autoras,  exponer en el Diego Rivera significa  marcar presencia en la principal Casa del Arte de la región, pero también rememorar historia. “El Diego Rivera es la principal Casa del arte de la región y, por lo tanto, exponer aquí siempre es importante”, señaló Loayza, mientras que para la responsable del proyecto -Alejandra Soto, el Diego Rivera significa rememorar parte de su historia: “lo relaciono con la emoción (…), con otros tiempos, tiempos más calmos de nuestra ciudad, donde la lluvia era mucho más intensa y las campanas de la Catedral se escuchaban más fuerte. Mi primera y segunda exposición fue aquí, y por eso que volver a exponer significa rememorar 30 años tejiendo”, reflexionó y puntualizó Alejandra.  

Cabe señalar que la exposición se mantendrá en el primer piso de la  Casa del Arte Diego Rivera hasta el sábado 02 de junio. 

Texto de las autoras:

Alejandra realiza obras figurativas en su telar vertical. Sobre la urdimbre o hilos verticales va dibujando, con  hilo horizontal, paisajes y momentos de la vida cotidiana en su entorno local. Ella logra captar con la finura de su arte, el color y los objetos vivos (…).

Carla Loaiza, interpreta el contexto, guiada por el color y por la posibilidad (…) que permite el movimiento de los hilos de urdimbre o verticales. Desde el telar de cintura, y desde una perspectiva horizontal, construye múltiples fajas (…), juega con el movimiento de los hilos,  integra texturas y mezcla técnicas que le permiten acercarse al movimiento del mar.

Alejandra teje en telar vertical pero dibuja de manera horizontal, y Carla teje en telar horizontal (…), pero sus dibujos nacen del juego de los hilos verticales (…). Solo así emerge la obra; solo así se da el cruce que construye una tela, una pieza… -o como las autoras lo afirman- “un texto con memoria”.

Biografía de las autoras

NELLY ALEJANDRA SOTO SOTO. Alejandra nació en Puerto Montt en el otoño de 1970. Desde pequeña se relacionó con la lana ya que su madre hilaba en huso. A los 17 años entro a la Escuela Regional de Artesanos de Purranque, lugar donde aprendió a tejer a telar en la técnica de tapicería mural.

Su forma creadora tiene como esencia la utilización de materias primas naturales como la lana de oveja y tintes vegetales, recolectados y escogidos por ella misma.

Se ha desempeñado también como docente, formando a distintas generaciones de mujeres y hombres de la ciudad y del campo.

Su obra ha sido difundida en distintas ciudades de Chile como Valparaíso, Concepción, Angol, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Ancud y Castro. En cada exposición, como la realizada en Suecia, ha compartido su experiencia como artesana de la Región de los Lagos.

Su aporte a la obra Cruzando Memorias Textiles, fue el tejido de los trazos de memorias de la cultura del borde costero y de la precordillera del sur de Chile. Su manejo en la técnica de tapicería, se expresan en una degradación de los colores nativos que colorean y dan vida al paisaje cultural que pinta con la lana.

 

CARLA ANDREA LOAYZA CHARAD. Carla nació en Puerto Montt en septiembre de 1976, es historiadora y se ha especializado en el registro y difusión del Patrimonio textil tanto nacional como sudamericano. Sus trabajos, viajes y estadías en Bolivia, Perú y Norte de Chile, le han permitido conocer universos textiles andinos desde el telar de cintura.

Esta experiencia basada en la observación y en el compartir en el hacer con tejedoras andinas, la hizo volver a tierras australes para recordar trazos textiles de infancia.

El libro Memorias textiles de la Provincia de Palena, publicado por la autora, es parte del registro de esos trazos y de esas memorias llenas de historias, herencias, maestras y piezas, que aún habitan las casas del sur de Chile.

Mediante el telar de cintura ha elaborado coloridas fajas con distintas técnicas textiles que se unen, componen y dan cuerpo a obras que han sido exhibidas en Puerto Montt y Osorno.

Su aporte a la obra Cruzando Memorias Textiles es traer la materia prima, el colorido, las técnicas y texturas del mundo precolombino. Aporta un nuevo sistema tecnológico que se cruza con la memoria vertical de la obra. Se integra y se une desde una libertad creativa y desde la explosión de la técnica.