En el teatro; Sieveking escribía, Jara dirigía y Bélgica Castro protagonizaba. Sus críticos los llamaban “el Clan de los Castro”. En el amor, 60 años de matrimonio los definieron como los inseparables, Alejandro era para Bélgicca como Bélgica para Alejandro decían todos quienes los conocían.
Se enamoraron en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde ella –trece años mayor- fue la profesora del dramaturgo y actor fallecido este jueves 05 de marzo. Pero durante la tarde hoy cuando el teatro nacional ya se encontraba de luto, la actriz y compañera del autor de La Remolienda falleció en su casa a los 99 años.
Casados por cerca 60 años, dicen que el amor entre ambos nació cuando en 1953, en el Teatro Municipal de Santiago, Bélgica Castro fue Sonia. Su interpretación deslumbró tanto a un joven estudiante que estaba entre las butacas, que éste decidió seguirla en cada presentación. “Después la seguí en cada presentación, haciendo Doña Rosita la soltera, Todos son mis hijos y Chañarcillo, entre otras”, recordaba Alejandro Sieveking.
Hoy mientras Alejandro es velado en el Teatro Nacional Chileno, su esposa, la actriz y Premio Nacional 1995 se encontrará con él -para ser velados ambos- en el mismo lugar hasta las 20.00 hrs.
Sobre él
Alejandro Sieveking (1934-2020), fue dramaturgo y autor de obras emblemáticas como “Ánimas de día claro” y “La remolienda”. Actor y creador, Sieveking dejó un contundente legado con más de cuarenta obras de su autoría.
Recordado también, entre otras cosas, por su amistad con Víctor Jara, el dramaturgo dirigió varias de sus obras.
En 1974 se exilió en Costa Rica con su esposa Bélgica Castro, volviendo al país 10 años después.
Pero en sus últimos años, Sieveking tuvo un renacer incursionando en el cine; cintas como “La vida me mata” (2007) y “Gatos viejos” contaron con su talento .
En 2017, por su exitosa y sólida trayectoria, le fue otorgado el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2017.
Sobre ella
La actriz natal de Concepción había recibido en el 2001 el premio de la Asociación de Periodistas de Espectáculos (APES); en 2008, el Premio Altazor de las Artes Nacionales en la categoría Mejor Actriz de Cine por su rol en “La vida me mata”; y el mismo galardón en 2009 por su papel en “La buena vida” de Andrés Wood.
Hija de emigrados españoles, nacida en Temuco en 1921, Bélgica Castro era una de las actrices estrellas del Teatro Experimental de la Universidad de Chile.
El monólogo de Sonia, en el crepuscular cierre de Tío Vania, es uno de momentos más memorables del teatro de Chéjov: “¡La alegría vendrá a nosotros y, con una sonrisa, volviendo con emoción la vista a nuestras desdichas presentes, descansaremos! ¡Tengo fe, tío!”. En 1953, en el Teatro Municipal de Santiago, Bélgica Castro fue Sonia. Y su interpretación deslumbró a un joven estudiante que estaba entre las butacas.