Fallecido a causa de Covid-19 el año pasado, 41 escritores de todo el mundo rendirán homenaje a Luis Sepúlveda en el V Encuentro Mundial de Viajeros en el tiempo, el que se transmitirá por las fanpage “Encuentro Mundial de Viajeros en el Tiempo“ y @culturaptomontt.
El V Encuentro Mundial de Viajeros en el Tiempo convocará a muchos escritores que anticiparan novedades literarias y del futuro como Carlos Tromben que adelanta “En el futuro vas a pagar por trabajar, y te van a pagar por consumir”, y “se vienen los impuestos negativos”. Oscar Petrel asegura que la presidenta de los constituyentes que redactarán la nueva constitución de Chile será una machi. Cristian Geisse dice que “El tiempo existe solo en formas limitadas de conciencia. Como las que surgen de lo que nosotros llamamos biología” y Poli Roa “Los niños que fuimos en el futuro podremos detener las balas dos microsegundos antes que lleguen a tu pecho”.
El Encuentro contará también con un homenaje a Lucho Sepúlveda, quien “fue un viajero en el tiempo, sólo alguien que estuvo ahí podía contar el pasado y el futuro con tanta verosimilitud”, señaló Yuri Soria- Galvarro, uno de los organizadores del Encuentro.
Luis Sepulveda autor de “Historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar”, de “El viejo que leía novelas de amor”, entre otros títulos fue un hombre muy querido en el ambiente literario. Recientemente 76 librerías de Italia lo homenajearon poniendo un libro del escritor chileno en su vitrina. A poco más de un año de su muerte este 5 de junio durante el Encuentro Viajeros en el tiempo se le recordará en la mesa “Luis Sepúlveda, un viajero en el tiempo”, en la que participarán los escritores Mario Delgado Aparaín, Mempo Giardinelli, José Manuel Fajardo, Karla Suarez, Yuri Soria-Galvarro, Elsa Osorio y la esposa de Luis Sepúlveda, la poeta Carmen Yañez.
Sobre Luis Sepúlveda…
“Yo no puedo recordar nunca a Lucho sin sonrisa, aún en las historias donde campea la tragedia. Algo había entre nosotros que crecía en forma de comunión, para extenderse como un poncho de vicuña sobre los amigos y las amigas que llegaban de todas partes del mundo. Y para no perdérmelo, me acostumbré a hacer pequeñas y rápidas anotaciones en una libreta Moleskine, que él me había regalado para echarle una mano a la memoria cuando hiciera falta. Por aquellos tiempos estábamos abusando de la risa y la sonrisa, de una forma descarada” dice Mario Delgado Aparaín, coautor junto a Sepulveda de la novela Los peores cuentos de los Hermanos Grimm. Desde Uruguay recuerda su último encuentro con el escritor chileno en el festival literario Correntes d’Escritas, en Portugal a fines de febrero del año pasado, pocos días antes de ser ingresado al hospital Central de Asturias debido a las complicaciones que le provocó el coronavirus.
“Mentira qué se va a morir Lucho, en todo caso habrá cambiado de barrio y andará con su sonrisa de niño y sus risotadas estruendosas quién sabe por qué nube. Lucho Sepúlveda fue un volcán patagónico para admirar y también, acaso, para ser temido por tontos, necios y envidiosos. Porque él, en verdad, era nada más y nada menos que un muchachote generoso y ditirámbico, un dionisíaco gritón y con recia pinta de guardia de infantería pesada, pero en realidad era un niño. Toda su vida fue un chiquilín con cara de malo patotero, pero al cuete, porque enseguida cualquiera se daba cuenta de que era pura pinta, bastaba un guiño, un gesto amable para que se le humedecieran los ojos y se deshiciera en ternuras” dice Mempo Giardinelli.
“Quiero compartir mi descubrimiento sobre los viajes de Luis Sepúlveda a la Patagonia del siglo XIX, gobernada por su ancestro el cacique Juan Calfucurá: Hay corazones que laten en otro tiempo”, agrega José Manuel Fajardo de España que también estará en el Encuentro y en la mesa de homenaje a Luis Sepúlveda.
Al cierre de esta nota el mate y la nostalgia servían de pretexto a los participantes para conectarse con la convicción de que el tiempo es sólo una ilusión como tantas y que al final la literatura es sobre todo un gran ejercicio de amistad.