Obra “Las secretarias de la Vicaría” presentará nueva función en Teatro Diego Rivera

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Al finalizar, la compañía “Persona” realizará un conversatorio sobre el proceso creativo de este montaje.

El próximo lunes 24 de enero a las 20:00 horas en el Teatro Diego Rivera de Puerto Montt y tras un exitoso estreno en diciembre pasado, se presentará una nueva función de la obra “Las secretarias de la Vicaría” de la compañía “Persona”, monólogo interpretado por la actriz local Patricia Cuyul, que relata los testimonios de trabajadoras de la Vicaría de la Solidaridad, organismo que prestó asistencia a las víctimas de la dictadura militar chilena.

Así lo detalló la directora del montaje, Ignacia González, quien declaró como compañía estar “muy felices de invitarlos nuevamente a encontrarnos en el Teatro Diego Rivera por la nueva función de “Las secretarias de la Vicaría”, que especialmente en esta ocasión tendrá un conversatorio con los y las artistas, el equipo creador después de la función, esperando recibirles tras la tremenda recepción del público puertomontino que tuvimos en las primeras funciones”.

En esa línea, González destacó de esta obra “la propuesta estética y los cuestionamientos políticos con los que se ha elaborado. Es una obra que invita a todo el publico a hacerse parte de repensar la memoria, actualizarla y hacerlo de modo colectivo, con la idea de contar nuevas historias para replantearse la “historia” de modo descentralizado, narrando desde las periferias territoriales de este país, contando la dictadura desde otro lugares -en este caso la región de Los Lagos- ya que muchas veces se ha narrado la historia desde el centro, a través de un ejercicio de crear memoria no patriarcal, sino que desde múltiples voces femeninas invisibilizadas del relato oficial”.

Finalmente, la directora de la obra valoró el trabajo de la “Vicaría de la Solidaridad” en este relato, “como una institución que funcionó en dictadura y que fue fundamental para defender a las personas que fueron violentadas durante ese periodo, donde lo importante es que el gesto que hace esta obra es llevar la mirada a aquellas personas que ponen sus manos para transcribir cada uno de estos relatos que fueron básicos para llevar a cabo juicios y recursos legales que permitieron un reconocimiento de violaciones a los derechos humanos, con una historia contada desde las mujeres que antes no pudieron contarla”.