- Debido a la contingencia local, la Corporación Cultural de Puerto Montt (CCPM) decidió amurallar sus ventanales de calle Varas; sin embargo, la decisión se convertiría en una nueva oportunidad para reflexionar y generar conciencia desde el arte.
- En el mural, desarrollado por los artistas locales Priscila Berríos y Ricardo Prado (“Acántaros”), se busca homenajear a quienes han resultado mutilados en la actual crisis social.
El mural de fondo morado con la imagen de una niña con la flor del notro en uno de sus ojos, un perdigón, y la frase “aunque traten de cegar, floreceremos como el notro en primavera” es parte del nuevo rostro que por estos días tiene uno de los edificios emblemáticos del centro urbano de la ciudad, la Casa del Arte Diego Rivera -infraestructura que este 16 de noviembre cumple 55 años de vida sirviendo como lugar de encuentro para artistas, instituciones, audiencias y público en general.
Para Marcelo Utreras, Director ejecutivo de la CCPM, aunque la Casa del Arte Diego Rivera sufriera daños menores en comparación a otros ubicados en el sector céntrico de la ciudad, la escalada de hechos violentos y el valor patrimonial de este Centro Cultural hizo necesaria la adopción de medidas físicas de protección especialmente para el sector de calle Antonio Varas. “Ese sector es prácticamente acristalado en su totalidad, por lo que la decisión fue a todas luces compleja. La dignidad del Centro Cultural no resultaba compatible con un muro de zinc, por lo cual contactamos a dos jóvenes artistas para la confección de un mural en la referida superficie, cuya intervención de arte nos ayudaría a minimizar su impacto sobre el edificio y sobre el estado de ánimo de sus inquilinos, visitantes y la comunidad general; el mural viene a entregarnos un mensaje de esperanza, tan necesario para la construcción del Chile que viene”, declaró el directivo.
En el contexto, Utreras agregó que -como Corporación- no se quiso omitir o callar ante el hecho tan doloroso para el país, como los más de 200 jóvenes mutilados producto de la pérdida de sus ojos por impacto balístico, “es un hecho tan terrible que necesariamente había que buscar una forma de darle sentido a esa experiencia dolorosa y transformarla en esperanza. Esos jóvenes lo merecen”, finalizó.
Por su parte, para los autores de la obra Priscila Berríos y Ricardo Prado -quienes firman como “Acántaros”- la propuesta surgió de parte de la CCPM para transformar un muro gris en una obra de arte. “En un principio era un muro gris que no era acorde a un espacio cultural, por eso es que se nos planteó la posibilidad de intervenirlo y ocupamos la flor del notro como representación de lo que es la sangre de las personas que han sido heridas, ya sea por lacrimógenas o perdigones, y también quisimos representar en la mirada de la niña un perdigón, todo esto lo acompañamos con la frase “aunque traten de cegar, floreceremos como el notro en primavera”, aclaró el joven muralista Ricardo Prado.
La otra integrante de “Acántaros”, Priscila Berríos”, destacó que “mucha gente se nos acercó (mientras pintaban) diciendo que estaba bonito y deseando que ojalá dure, pero con mi compañero conversamos y creemos que es el primer muro que deseamos que ojalá dure muy poco, por todo lo que está pasando a nivel nacional”, dijo la artista, quien fue complementada por su compañero de pinceles. “Nosotros le tomamos mucho cariño a las piezas de arte que regalamos a Puerto Montt, pero en este caso es un mural que está protegiendo los ventanales y sabemos que el día de mañana cuando el Gobierno, ojalá, ceda a las peticiones que hace la ciudadanía, el muro se va a desarmar”.
Así, cabe destacar que la Casa del Arte Diego Rivera continúa abierta en horario normal –de lunes a viernes de 10 a 20 horas y los sábados de 11 a 19 horas- horarios en los que se pueden visitar las diversas salas con exposiciones y asistir a las diversas actividades, como las de este 16 y 17 de noviembre donde a partir de las 12 horas se presentarán obras de teatro infantil con entrada liberada. Más información en www.culturapuertomontt.cl.
