Joel Gamín inaugura “Levitaciones”

Este viernes 14 de enero el artista visual inaugura su exposición “Levitaciones”, en la Sala Mexicana de la Casa del Arte Diego Rivera. Mediante este montaje se busca abordar temáticas asociadas a la identidad sureña, en un juego que vincula la experiencia íntima y cotidiana, con el entorno urbano y el paisaje sur-austral, motivado por la relación y el flujo que conecta todo el proceso creativo del artista, donde se entrecruza el trabajo de taller y la práctica de éste en la calle, en el espacio público.

Las obras que se expondrán, son protagonizadas por objetos y escenas comunes del diario vivir, con la intención de reivindicar el espacio de la cocina sureña y sus artefactos, como signos de la dimensión íntima y doméstica, que hacen parte de la narrativa y la ficción sureña. En este sentido el artista explicó que, “me gustaría abordar el tema de la identidad sureña, a partir de mi experiencia como artistas urbano, como grafitero. Porque es una disciplina en la que uno no solamente está trabajando y plasmando su obra en la calle, sino que también hay un tremendo complemento o juego entre un trabajo de taller, un trabajo íntimo, que de alguna manera se va a ver siempre reflejado en la calle, especialmente acá en el territorio que habitamos nosotros, donde hay unas situaciones climáticas bien adversas y que invitan todo el rato a estar trabajando en el interior, en el hogar, en el taller, en el espacio que uno tenga y más tarde a tratar de llevar esto al espacio público que uno tenga, a la calle”.

A partir de estos elementos se busca exaltar la sencillez, así como la riqueza que hay en la conjunción de nuestro espacio doméstico, el entorno urbano y el paisaje; representados en una atmósfera adyacente, donde el juego cromático, el ritmo y la composición, hacen convivir los artefactos de la intimidad con el entorno urbano y sus problemáticas, en un punto de contacto que es activado por escenas ficticias, que desafían la gravedad, elevando las significaciones del espacio cotidiano a nuevas interpretaciones.

“Encuentro yo en la cocina y sus aparatos, los elementos propios de la cocina sureña como un símbolo de aquella energía íntima, domestica de aquella magia y experiencia del día a día y que más tarde trato de llevar al espacio público a partir de representaciones de estos objetos en composiciones más bien fantasiosas, con un gran uso o interés en el color, con la  finalidad de generar atmósferas alternas que inviten a pensar estos elementos desde la fantasía, desde la ficción, como un punto de encuentro y de congruencia entre el espacio exterior, la calle y este espacio íntimo que viene a ser ahora, la cocina”.