Desde el jueves 8 de noviembre hasta el sábado 01 de diciembre. A 45 años de trayectoria, el reciente Hijo Ilustre de Puerto Montt, inaugura una nueva exposición en la principal sala de exposiciones de la Casa del Arte Diego Rivera, la Sala Hardy Wistuba.
Desde el 8 de noviembre hasta el 1 de diciembre del presente año, Rojas Quijada vuelve al Diego Rivera, ésta vez con una retrospectiva de la trayectoria de quien hoy es un ícono del movimiento artístico de la capital de la Región de Los Lagos.
Comienza su vida en el arte como creador, y al igual que Van Gogh, en edad madura. Muy pronto, su nueva pasión lo llevó a sumarse a la generosidad de pintores de la época, quienes lo invitan a pintar in-situ por caletas y campiñas.
Estas salidas terminan siendo su mejor escuela. Ver pintar, observar, dibujar y ver la “cocinería” de los distintos maestros pintores “armar sus cuadros”. Conocer procesos y secretos, recibir consejos; todo serviría para cimentar los fundamentos de su desarrollo técnico estético y su amor por el oficio, cosa que luego complementaría con otras formas de consolidación en el mundo del arte.
Comienza así a transitar un camino con gran convicción y destreza, desde sus inicios, encontrando nuevas rutas y senderos para decir el paisaje que veía y provocar los límites desde la estética y desde la poesía, aportando con su mirada una nueva visualidad del imaginario Sur.
Poco a poco se instaló como un maestro de las luces australes, de los grises, de las humedades, de los destellos que se cuelan en el agua entre dos lanchones,
En sus pinturas, se puede sentir el mal presagio de nubes amenazantes cargándonos con esa emocionalidad propiamente sureña, alegrándonos de que luego de unas torrenciales aguas derramadas en el horizonte se cuele un glorioso rayo de sol, que anuncie que la tormenta ya pasó y que se abrirán los cielos a un día más amable.
Los elementos naturales condicionan las vidas y el quehacer humano. Nadie más que un sureño puede sentir las resonancias emocionales de una estruendosa lluvia en el techo de una casa; eso son las pinturas de Luis Rojas que nos transmiten las emocionalidades del habitar en el sur.
(Texto extraído del catálogo “Luis Rojas Quijada, a 45 años” de Rubén Schneider W, octubre de 2018)